Ya que en la publicación anterior hablamos de cuidar la salud corporal, ahora vamos a hablar de cuidar la salud mental. Todos sabemos la manera de ser felices, y desde la infancia nos han dicho que en la vida debemos ser felices, pero lo cierto es que en función de cómo sea nuestra vida, no lo somos a menudo por un motivo o por otro. Está claro que depende también de donde hayamos nacido, la forma en la que nos hayan educado dentro y fuera de casa, de las oportunidades que nos haya brindado la vida, etc.
La vida es sencilla, pero nos la complicamos. Necesitamos poco; sentirnos útil con un trabajo, relacionarnos con los demás, y tener suficiente dinero para cubrir nuestras necesidades básicas (comida, agua, algo de ropa, y un sitio donde vivir).
Hace poco vi una película cómica sobre la felicidad, y me bastó para recordar lo poco que necesitamos para ser felices (se titula «Hector and the Search for Happiness» del año 2014). Es bueno de vez en cuando que nos lo recuerden.
Es curioso, pero creo que cuidamos más la salud corporal que la mental. Yo por lo menos lo he hecho así por ignorancia. De hecho, ni siquiera está bien visto que cuidemos nuestra salud mental. Recuerdo que me preguntaron en una entrevista de trabajo si recibía apoyo psicológico, como si ello fuera malo o indicador de una discapacidad funcional o de competencias. La verdad es que no he ido nunca, pero estoy seguro de que todos necesitamos uno.
No olvidemos el modo en que nos afecta a nuestra salud la manera en la que afrontamos los retos y dificultades en la vida, y no olvidemos que debemos desarrollar hábitos mentales saludables. Una vez más, sólo comparto mis experiencias, por si acaso alguien más no sabía las razones por las que el estrés es malo.
Por un lado, un día me llamó la atención que un médico dijera en una charla, que es mejor estudiar a los trabajadores sanos, para poder determinar los aspectos que influyen en ello, pero me llamó más la atención que dijera que nosotros provocamos estrés en los demás, y en el trabajo también, por lo que debíamos darnos cuenta y mejorar el método con el que nos comunicamos y relacionamos con nuestros compañeros. Es obvio, pero me abrió los ojos, porque no lo tenía interiorizado. Aún me cuesta pensar en ello antes de actuar o de hablar.
Por otro lado, un compañero compartió una entrevista por radio realizada a la Psiquiatra Marian Rojas Estapé (entrevistada por una locura llamada Cristina -no dice el apellido). Y después de escucharla varias veces, aprendí lo que debo y lo que no debo hacer, y decidí hacer un resumen y compartirlo con amigos. A continuación comparto el resumen de la entrevista.
Índice
¿POR QUÉ DEBEMOS REDUCIR EL ESTRÉS?
- La manera en la que decidimos responder ante los problemas, influye en el resultado
- La actitud previa a cualquier circunstancia, determina cómo respondo a ella
- La felicidad es cómo interpretas lo que te pasa, depende de tu visión de la realidad, de tu estado de ánimo
- Todas las emociones vienen precedidas de un pensamiento
- Las emociones activan y desactivan nuestra células, nuestro torrente sanguíneo e incluso los genes
- Las emociones activan neuro vertidos, unas sustancias pequeñas que van a las células, y activan o desactivan las membranas
- El resultado puede ser que tengamos células «contentas» o células «tristes», células «resentidas» o células «rabiosas», y eso influye en las enfermedades
- Hay una sustancia del organismo que se llama cortisol, hormona cíclica fundamental para la supervivencia, porque sin ella no estaríamos aquí
- Ante la amenaza, alerta, o miedo, activamos el cortisol
- El nivel de cortisol por la noche es bajo, y a lo largo de la noche sube, y tiene el pico más alto por la mañana cuando te hace despertar y estar activo
- Una persona que está constantemente ante una amenaza (y si eso, y si lo otro…), entonces el cuerpo segrega cortisol, y lo segrega igualmente cuando te pasa que como cuando te lo imaginas
- Mi mente y mi cuerpo no distinguen lo que es real de lo que es imaginario, y tiene el mismo impacto en el cuerpo
- El cortisol es positivo también como cortisona, porque es un anti-inflamatorio muy potente
- Cuando vivo constantemente en alerta (y cuenta también estar todo el tiempo alerta por las notificaciones en el móvil), con una amenaza o con miedo, entonces el nivel de cortisol no baja, y se convierte en un inflamador, quitando todas las defensas del cuerpo, afectando a la memoria, afectando a la concentración y al sueño
- Si el nivel de cortisol no es bajo por la noche no conseguimos dormir bien, y todo el organismo se va intoxicando
- Muchas depresiones provienen de estados de alerta permanentes, y muchos psiquiatras opinan que son enfermedades inflamatorias del cerebro (para esto NO usar Ibuprofeno)
¿QUÉ DEBEMOS HACER? (casi todos los días)
- Ejercicio, porque el ejercicio elimina el cortisol
- Educar los pensamientos: educar la voz interior para que no nos haga auto-boicot
- Desconectarnos más a menudo de los dispositivos electrónicos, y buscar otros estímulos que sean gratificantes (nos costará unos 3 días, pero «ponernos en modo avión» nos concede auto-dominio)
- Ser asertivos: ser capaz de responder ante lo que me sucede sin ser agresivo. Debo expresarlo, porque «si me lo trago» las células se van enfermando (pero esto no significa expresar por ejemplo; «que horrorosa es tu chaqueta»)
- Hay que dejar que el cerebro se desconecte, se relaje, y conecte con su mundo interior, porque transforma el cerebro y sana (por ejemplo leer un libro y escuchar música clásica, pasear por el campo, una conversación interesante, un poco de vino con amigos, etc). Y todo esto sin pensar en el trabajo, sin mirar la hora para llegar a casa, y sin teléfonos ni dispositivos.
- No obsesionarse por aprovechar el tiempo (si padecemos cronopatía o enfermedad del tiempo), porque es un factor de riesgo para estar inflamado, y podría provocar un ataque de pánico o un infarto. Hay que aprender a frenar.
- Si se está tomando anti-depresivos o ansiolíticos, entonces incluir omega3 en la dieta, porque ha demostrado ser un potente anti-inflamatorio cerebral que mejora el estado de ánimo
Por cierto, el omega3; «Pueden encontrarse en alimentos como el pescado, los aceites de pescado, la leche y algas marinas cultivadas.», y depende de para que se tome, la ingesta CDR puede ser entre 250 miligramos y 4 gramos (Fuente Ministerio de Sanidad .- http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/web/seguridad_alimentaria/noticias_efsa/2012/efsa_omega3.htm)
Pero los mejores consejos para cuidar nuestra salud mental nos los dará un especialista colegiado, en el siguiente enlace;
Muchas gracias por la visita, y ¡hasta pronto!