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Sendero Rambla de Castro en Tenerife

Roques de la ensenada del burgado en Rambla de Castro vista de frente
Roques de la ensenada del burgado en Rambla de Castro en verano

Da igual que sea verano o invierno, el sendero de Rambla de Castro es ideal para disfrutar del tiempo de ocio. Un paseo en el norte de Tenerife, Islas Canarias, que puedes dar con toda la familia, dado su bajo nivel de dificultad (en su mayoría). Sólo 4 km de distancia, y algún que otro desnivel, a menos que bajemos a las playas.

Rambla de Castro en invierno
Rambla de Castro en invierno

Hay gente que empieza el sendero desde Punta Brava en el Puerto de la Cruz, y termina en el mirador de San Pedro, en Los Realejos. Algunos porque les queda más cerca, otros porque es más fácil aparcar allí, y otros porque en el mirador disponen de más opciones de servicios como el transporte público.

El Guindaste entrada alternativa al sendero de Rambla de Castro
El Guindaste entrada alternativa al sendero de Rambla de Castro

Sin embargo, a nosotros nos gusta empezar por el Guindaste, abriendo el camino a través de plataneras. Añade otro km al sendero de Rambla de Castro, y es muy difícil aparcar allí. Se puede coger transporte público hasta la entrada de la Playa El Socorro, arriba en la carretera, en el sentido hacia San Juan de La Rambla.

Una pista para reconocer el inicio del sendero por El Guindaste es reconocer una casa antigua a la entrada de la urbanización. Si seguimos caminando recto encontraremos la entrada.

Inicio del sendero de Rambla de Castro por el Guindaste
Inicio del sendero de Rambla de Castro por el Guindaste

Al empezar por este lado, encontraremos pronto la Casona de Rambla de Castro, que está cerrada al público en su interior, pero podremos disfrutar de su patio exterior, ofreciendo sombras para sentarse y descansar.

Casona en Rambla de Castro
Casona en Rambla de Castro

Dependiendo de la ruta que sigas, una va a la playa, otra al fortín, otra a los Roques, encontrarás rinconcitos que te harán desconectar totalmente de la rutina diaria. A continuación mostramos un pequeño vídeo del sonido del agua a través de una atarjea, antiguamente utilizada para regar las fincas de plátano.

Atarjea en Rambla de Castro

Cerca de la atarjea encontraremos un camino de madera que nos llevará a unas cuevas, aportando sombra y un banco para descansar y disfrutar del paisaje y del sonido de los pájaros.

Cuevas en Rambla de Castro

Por el camino podemos ver dos playas. Una más bonita que la otra en mi modesta opinión. Se puede bajar a ambas y bañarse (si está el mar como un plato). Son playas de callado, por lo que hay que tener cuidado con las piedras, y si el mar no está tranquilo, sólo nos podremos remojar hasta las rodillas.

Playa en Rambla de Castro
Playa en Rambla de Castro

Disfrutaremos en todo momento de un paisaje con muchas palmeras, además de otro tipo de flora autóctona de Canarias. Vale la pena parar de vez en cuando y disfrutar de la vista.

Palmeras en Rambla de Castro
Palmeras en Rambla de Castro

En ciertos puntos podremos además apreciar vistas panorámicas del sendero, e incluso del norte de Tenerife si pillamos un día despejado.

Panorámica en Rambla de Castro
Panorámica del sendero Rambla de Castro

Cuando bajamos a la segunda playa, avistamos el fortín de San Fernando en la parte superior de la colina, necesario antaño para detectar la llegada de Piratas y para dar la alerta a los defensores de la isla.

Fortín de San Fernando arriba y playa debajo en Rambla de Castro
Fortín de San Fernando arriba y playa debajo en Rambla de Castro

Este Roque nos parece un dragón entrando en el mar para refrescarse, acalorado con sus llamas, y marca la mitad aproximadamente del camino.

Roque en Rambla de Castro
Roque en Rambla de Castro

Posteriormente divisaremos unas ruinas, que a priori pueden parecer feas o disonantes con el paisaje, pero que representan una era industrial en la isla. Fue una estación de bombeo llamada La Gordejuela, muy útil y novedosa en su día. Actualmente estamos acostumbrados a inversiones millonarias, pero en aquella época estoy seguro que fue todo un acontecimiento.

Ruinas de la estación de bombeo de la Gordejuela en Rambla de Castro
Ruinas de la estación de bombeo de la Gordejuela en Rambla de Castro

Y llegando al final del sendero de Rambla de Castro, después de atravesar un corto tramo urbano, encuentras los roques de la ensenada del burgado. Aquí puedes descansar de nuevo y disfrutar, imaginando figuras con la silueta de los roques.

Roques de la ensenada del burgado en Rambla de Castro
Roques de la ensenada del burgado en Rambla de Castro

Bajar a esta tercera playa en la ensenada del Burgado, desde El Guindaste, tiene su truco, porque el tramo final de la bajada es resbaladizo. En cualquier caso, aunque bajemos a la playa desde el otro lado, si el mar está llenando, costará pasar caminando sin mojarse de un lado a otro de la playa, por un saliente que hay justo en el medio.

Roques de la ensenada del burgado en Rambla de Castro visto desde la playa
Roques de la ensenada del burgado en Rambla de Castro visto desde la playa

Nosotros aprovechamos para descansar y para disfrutar de esta playa. Después seguimos caminando hasta el Puerto de la Cruz y almorzamos allí 🐟 🥔 😋 Todo hay que decirlo, la vuelta costó más 😂 pero pasamos un días estupendo 😍

Recuerda llevar gorra, gafas de sol, y agua. Y si vas en verano no olvides ponerte crema solar, y llevar bañador (te puedes secar al sol y ahorrar el peso de la toalla mojada).

Puedes buscar más información en la página oficial del Gobierno de Canarias; Rambla de Castro, tal y como medios de transporte público, gráfica de desnivel, etc.

Muchas gracias por la visita, y ¡hasta pronto!

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